La carta número siete de la baraja del tarot está dotada de una gran movilidad. Nos muestra a alguien que está dispuesto a todo para salir adelante, pero siempre dentro de los parámetros de la ética y de la moral. Es la fuerza de voluntad hecha carne, siempre y cuando salga al derecho. Cuando la carta sale invertida, significa que prima en la persona una fuerte falta de rumbo en la vida. En cuanto a las situaciones, están impregnadas de incertidumbre y el futuro puede tomar cualquier rumbo.
El Carro simboliza los logros y las victorias personales y laborales. La persona tiene el temple necesario para salir delante de toda posible situación de adversidad. No necesita de la ayuda de nadie para salir adelante ni para lograr sus cometidos, ya que cuenta con una sumatoria de cualidades que le permiten valerse por sí mismo.
Por otra parte, es una carta que representa una gran movilidad, lo que deja un final abierto para la pregunta en cuestión, ya que muchas son las situaciones en las que puede derivar el asunto por el cual se está consultando. Si de algo podemos estar seguros, es de que se producirán cambios drásticos que llevarán a la persona a una nueva fase de su vida. Nada volverá a ser igual en la existencia del consultante. Es posible que se den viaje, mudanzas, cambios de empleo y cambios en la dinámica de las relaciones afectivas. El avance está en la puerta, solo resta abrirla para comenzar a transitar una nueva etapa de la existencia que llevará a destinos hasta ahora impensados.
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