Es la carta número ocho en el tarot, lo que representa dos veces el número cuatro, es decir, la perfección elevada al cuadrado. No en vano se le asigna el valor universal de la justicia a la carta que aparece en el octavo lugar de los arcanos mayores. Significa la pulcritud de la personalidad en beneficio del prójimo. Es una persona de sólidos principios y de un alto sentido de la ética. Implica la necesidad de actuar con justicia y de obrar de forma correcta. Cuando sale al derecho, indica que los acontecimientos tendrán una resolución justa para todas las partes implicadas. No obstante, la carta de la Justicia invertida significa que la persona es malintencionada e intentará salirse con la suya, aunque esto implique actuar al margen de la ley.
La aparición de la carta ocho es un gran consejo para actuar en base a los principios de justicia, lealtad y honestidad. Conseguiremos los resultados que buscamos, pero gran parte de nuestro éxito dependerá de cuánto estemos dispuestos a sacrificar. Es una invitación a usar el buen criterio para avanzar con rectitud. Los pleitos y los conflictos encuentran un camino hacia la resolución si es que sacrificamos nuestra comodidad en favor del buen obrar y de los principios de justicia.
Por último, la carta se vincula de una forma terrenal a la justicia que tiene lugar en la humanidad. Por lo tanto, nos acerca hacia la extinción de los problemas surgidos a partir de problemas con la ley. Se avecina una etapa de contratos y firma de documentos de fuerte valor legal.
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