Con el número catorce del tarot, La Templanza nos trae las noticias que queremos escuchar: obtendremos una solución justa al problema que nos aqueja. Es decir, ambas partes se benefician. Sin embargo, ningún final feliz es producto del azar, sino que es el resultado de aprender a ceder y a negociar. Al tiempo que se ganan cosas, se pierden otras, esa es la ley de la justicia. Al derecho, La Templanza nos hace referencia a una persona que sabe controlarse a sí misma y que gestiona sus emociones de manera eficiente para lograr un vínculo sano con quienes la rodean. La diferencia de esta carta cuando sale invertida, es que nos presenta a alguien egoísta y cuyo control de las emociones es deficiente. Por lo tanto, es una persona propensa a los vínculos basados en la posesividad y los celos.
Cuando define la esencia de la persona, esta carta nos habla de alguien que se ha equivocado mucho en la vida, pero que ha logrado aprender de sus errores y hoy estos forman parte de su vasta experiencia. Hablar con ella representa una experiencia enriquecedora y sus consejos están impregnados de esa sabiduría que solo nos puede dar la experiencia bien vivida y capitalizada.
Si esta carta sale como respuesta a una pregunta puntual acerca de una situación, nos indica que para resolverla necesitaremos usar nuestras habilidades interpersonales. Habrá que estar dispuestos a perder algo para ganar lo que pretendemos. Es mediante el equilibrio y la armonía de las emociones, que podremos encontrar la salida.
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