Recibe el número dieciséis en el tarot y es la carta más impactante de toda la baraja. Su mera imagen nos remite a la destrucción de una sólida estructura. Esto quiere decir que todo lo que conocíamos y que dábamos por sentado que seguiría siendo de determinada manera, cambiará de forma repentina y drástica. Los cambios que anuncia La Torre cuando sale al derecho, no son en sí mismos ni buenos ni malos, sino que su naturaleza dependerá de las cartas que la rodean. Al presentarse de forma invertida, esta carta muestra que la persona es demasiado conservadora o temerosa y que tiene una fuerte reticencia a los cambios. Esto hace que le cueste evolucionar como ser humano en todos los ámbitos de la existencia.
El consultante se verá en la situación de tener que replantearse su vida como la conocía hasta el momento. Lo que hasta ahora era de determinada manera, pasará a plantearse de la forma opuesta. Esto llevará a la persona a tener que realizar cambios internos, tanto en su forma de actuar como en la estructura de su pensamiento. Los cambios de paradigmas internos son movilizadores y llevan a instancias de circunspección y reflexión.
Como resultado final, la persona comenzará a vivir una nueva etapa. Habrá adquirido experiencia y madurez, así como también la sabiduría que le permitirá tomar decisiones acertadas y pensar dos veces antes de asumir riesgos infértiles. A partir de ahora, cada paso que se dé estará enfocado en lograr, de algún modo u otro, un resultado en concreto.
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